Castigos al azar
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Más respeto que soy tu madre

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Justo cuando estaba por dar el primer bocado, al Zacarías se le ocurre preguntarle a Mirta qué novedades hay. Y Mirta no puede mentirle a su marido.

—¿Alguna novedad, gorda? —me pregunta Zacarías en el almuerzo.

Así que tomo aire y le cuento las cosas yo, antes de que se entere por otro lado:

—El Nacho es marchatrás, viejo, me acabo de enterar que tiene un novio que se llama José María. La Sofi va en camino de ser putita barata: ahora se revuelca con el hijo del carnicero, ese con cara de yo no fui. Y el Caio quiere ser campeón argentino de sacarle fotos a su propia mierda… Yo no doy más, viejo —le dije de un tirón. El Zacarías se sacó el cinto, dejó la comida por la mitad y se fue a la vereda, caliente como una pipa.

Lo perseguí para que no hiciera ninguna macana.

—¿Qué vas a hacer, a quién vas a fajar? —le pregunto. Y me contesta con su lógica de siempre:

—¡A quién va a ser! ¡Al que llegue primero!

Mirta G. de Bertotti
(Personaje de una novela de H. Casciari)