Una es madre, pero antes que madre es mujer, y hay cosas que entiende al vuelo. Así que salí corriendo y le muestro a mi marido:
—Mirá tu hija, le puso un voladito a la bombacha.
—¿Y? —me dice el Zacarías.
—¡Que la nena coge, pedazo de esquenún! —le grito para que se despabile—. ¡Si una nena se pone voladito en la bombacha es para que alguien se lo mire! Ergo, culea.
Y el Zacarías, que cada vez está más vegetativo, me dice:
—¿Quién sos? ¿Petrocelli?