No puedo hablar. Tengo los dedos agarrotados como si fueran chorizos. Acabo de hablar con el Nacho por el messenger, yo desde casa y él en su depto, y pasó algo raro, creo que me metí en una conversación privada de él. ¿Quién es José María, Dios mío? ¡Dame una señal, Virgencita de Luján! ¿Tengo que llevar a mi hijo al doctor o algo? Tengo todavía la ventanita del messenger prendida, la miro y la miro y no puedo dejar de temblar.
NACHO DICE:
bueno viejita, te dejo que estoy enquilombado…
MIRTA DICE:
¿entonces vas a venir a comer?
NACHO DICE:
sí viejita, pero voy a llegar un cachito tarde…
MIRTA DICE:
bué, cuidáte, no tomes fresco, cualquier cosita llamáme, corazón
NACHO DICE:
un beso má
—JOSEMARIA SE AGREGÓ A LA CONVERSACIÓN—
JOSEMARIA DICE:
¿estáaassssssss?
JOSEMARIA DICE:
¡ey! ¿q hacés, pimpollo?
NACHO DICE:
¡hola! hablaba con mi vieja
JOSEMARIA DICE:
de lo nuestro, me imagino je je
NACHO DICE:
dame tiempo, ametralladora de mi corazón… sabés que no es fácil
JOSEMARIA DICE:
si me quisieras lo que yo te quiero, no andarías con tanta vuelta
NACHO DICE:
¿estás en tu casa o en el laburo?
JOSEMARIA DICE:
mirá cómo cambia de tema la chupapija
NACHO DICE:
¡¡bien que te gusta!!
JOSEMARIA DICE:
¿y a vos qué te gusta eh?
NACHO DICE:
que me la metas despacito
JOSEMARIA DICE:
¿por el culo?
MIRTA DICE:
disculpen que interrumpa… Nachito, ¿querés que haga almóndigas o te arreglás con los buñuelitos de acelga del mediodía?
—NACHO PARECE NO TENER CONEXIÓN—
MIRTA DICE:
¿Nachoo? ¿estás ahí?
MIRTA DICE:
Nacho, no te escondas que no escuché nada…
JOSEMARIA DICE:
qué tal señora, creo que su hijo se desconectó
MIRTA DICE:
¡¡usté se calla, pervertido!! ¡Si no se calla llamo a la policía!