Los probó y todos andaban bien menos el de Serrat, que según el Zacarías tenía la cinta dada vuelta y se oía al revés, como los mensajes del diablo de los discos de Kiss. Así que agarró el destornillador y lo desarmó, le dio vuelta la cinta y lo hizo arrancar de nuevo. Pero también se escuchaba al revés. Cosa de mandinga. El Zacarías dice que esos son misterios de las cosas encontradas en la calle. El Nacho dice que el casete de Serrat es en catalán, y que el Zacarías es un bruto. Y ya se están peleando otra vez los dos. Madre mía, qué vida mediocre.