—Hola Hernán, disculpe la hora. ¿Qué quiere decir, exactamente, en el párrafo sobre el Papa?
—¿En qué parte? —preguntaba yo.
—Donde pone que al Papa le gusta que le metan una lámpara de pie en el ojete. ¿Está contrastado eso?
—Pero no es una información, es un chiste. Si querés sacar ojete y poner ano, por mí todo bien.
—Nos preocupa más la expresión lámpara de pie. Nuestros lectores son muy sensibles, no están habituados a esas referencias lumínicas sobre la Iglesia.
Entonces yo empezaba a desechar chistes hasta que quedaba una columna más correcta. Menos mía, pero más cercana al lector promedio de La Nación.
En el libro «Todos los desechos reservados» publico las 78 crónicas que publiqué antes de renunciar al periódico.