Un mundo de sensaciones
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Pausa

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Los consejos de mi abuelo facho

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Lucas y Alex juegan en la placita del Hospital, bajo un sol radiante. Cada uno en un extremo del subibaja, conversan al ritmo del ir y venir de sus cuerpos. Tarde de miércoles en Mercedes.ALEX.- Estoy medio confundido, Lucas: ayer se me paró el pito, pero no sé si asustarme o ponerme contento.

LUCAS.- ¿Cómo se te paró? (Deteniendo el vaivén del subibaja) ¿Te dejó de andar, como los relojes a cuerda?

ALEX.- ¡No, se me paró del verbo upa! Se levantó solo, como si tuviera vida propia.

LUCAS.- ¡No me jodás!

ALEX.- En serio. Como si alguien me lo subiera con una soga… (Volviendo a columpiarse) ¿Para dónde mira tu pito?

LUCAS.- Para abajo, como Dios manda.

ALEX.- Bueno, el mío ayer miraba para el lado de Luján. Y trasca se puso duro. ¿Viste cuando nos hacen cantar el himno en el patio?

LUCAS.- Sí.

ALEX.- Igual.

LUCAS.- (Después de una pausa reflexiva) Eso es una enfermedad, Alex, seguro. Andáte preparando para las inyecciones.

ALEX.- La boca se te haga a un lado, esquenún. (Pensando) Además no creo, porque cuando estás enfermo te duele algo, y esto del pito estaba bueno.

LUCAS.- ¡Cómo va a estar bueno, boludo! No seas masoca…

ALEX.- Posta, era lindo. Una sensación como cuando no hay jardín y hace calorcito… Y el corazón me latía pum pum pum, como cuando te sacás la sortija en la calesita.

LUCAS.- Dicho así suena bárbaro. ¿Y vos dónde estabas?

ALEX.- Esa es la parte jodida… (Repentinamente ruborizado) Estaba en la palangana, mi vieja me estaba bañando. La chabona me enjabonaba mientras me hablaba boludeces, y con el agua se le trasparentaban las tetas por abajo de la blusa…

LUCAS.- (Deteniendo el vaivén) Uy Dios, ¿a vos también te hace eso tu vieja? Qué putas son las madres, virgen santa.

ALEX.- ¿Viste? Se hacen la re pelotudas, las liberadas y no sé qué…

LUCAS.- Hasta no hace mucho, mi mamá me daba besos en la boca…

ALEX.- ¡Qué trola!

LUCAS.- Hasta que un día le paré la moto. Le dije: “Vieja, finíshela con el temita, que me da calor”.

ALEX.- Lógico… La mía se cambia sin cerrar la puerta. Se pone en bolas y me sigue hablando, como si uno fuera un helecho de plástico.

LUCAS.- Trasca tu vieja está re fuerte.

ALEX.- Por eso…, ayer yo no podía dejar de mirarle las tetas. Me acordaba de hace unos años, cuando se las chupaba tres veces al día…

LUCAS.- (Visiblemente excitado) ¡Qué tiempos, Alex, qué tiempos! Yo estaba todo el día en el cochecito: no había que caminar, ni había que ir al fucking kinder, y cuando llorabas, ahí estaba la teta esperando, puntiaguda, llena de leche. ¿Qué más se puede pedir en esta vida?

ALEX.- Claro… De eso me acordaba yo ayer… Y por ahí, ¡zácate!, el pito se me pone como Walt Disney.

LUCAS.- ¿Gracioso?

ALEX.- ¡Duro!

LUCAS.- Ah, como Disney congelado, no te agarré la metáfora… Disculpá.

ALEX.- Todo bien.

LUCAS.- ¿Y vos decís que tienen relación las tetas de tu vieja con tu pito duro?

ALEX.- Sí, porque cuanto más pensaba en mi vieja, más duro se me ponía. Y si por ahí pensaba en mi viejo, ¡a la mierda el hechizo!, el pito como que claudicaba.

LUCAS.- (Batiendo palmas) ¡Qué loco el poder de la mente, chabón!

ALEX.- ¡Es lo que digo yo! Debe haber una bocha de cosas que podemos hacer con el marote…

LUCAS.- ¿Y tu vieja se avivó?

ALEX.- No, por suerte la espumita me disimulaba de cintura para abajo. Pero me puse todo colorado, y empecé a revolear los ojos para los wines, como cuando dibujás las paredes con fibra.

LUCAS.- ¿O sea que sentiste culpa?

ALEX.- Culpa y gustito. Todo junto.

LUCAS.- ¡Qué mezcla bárbara! Mañana cuando mi vieja me esté enjuagando voy a ver si me animo.

ALEX.- Probá y contáme. Vas a ver qué sensación más nueva.

LUCAS.- Si se me llega a parar, a la mierda la teoría de que bañarse es feo.

ALEX.- Yo esta noche le voy a pedir a mi vieja que me pegue otra enjuagada. Si se me levanta otra vez la poronga, me baño a cada rato. Voy a ser el pibe más limpito del barrio.

LUCAS.- Ahora entiendo por qué los grandes no lloran antes de ir a bañarse.

ALEX.- Los grandes se hacen los recontra pelotudos, pero en algunas cosas están más adelantados.

LUCAS.- Lástima que sean tan fachos, ¿no?

ALEX.- Sí, es una pena.

(Telón)

Hernán Casciari