Acabamos de llegar por última vez desde la casa vieja. Fue hace un rato... Entramos y vimos todo hecho un desastre. Diarios por el suelo, cajones vacíos, lamparones de polvo seco en los lugares que ocupaban los muebles, y toda la familia recordó en silencio momentos inolvidables del pasado. ¿Han visto que cuando por fin hay futuro, los malos tiempos de repente se convierten en buenos?
El Nacho habló con mi suegro y lo convenció de poner la pizzería. ¡Así que en unos días empezamos la mudanza! El Nacho no solamente tiene una mente privilegiada y unas ideas perfectas, sino que además sabe explicar las cosas como un duque...