Mis compañeros están preparando, en secreto, una fiesta para homenajearme. Van de aquí para allá, sigilosos y con gesto de misterio. El Gelatinas intenta distraerme para que yo no pise el patio, que es donde están organizando todo. El Vizconde lleva dos larguísimas guirnaldas de colores en los bolsillos, camino al patio.
Hoy ha llegado un terapeuta nuevo, muy joven e inexperto, con ideas novedosas en la cabeza, el pobrecillo. No deberían traer doctores tan jóvenes, porque se les nota que están acojonados, y con razón. Este muchacho hace muy poco que es doctor, y nosotros hace ya muchos años que estamos locos. No puede competir. El terapeuta nuevo nos ha dicho que debíamos hacernos regalos.