Justo cuando estaba por dar el primer bocado, al Zacarías se le ocurre preguntarle a Mirta qué novedades hay. Y Mirta no puede mentirle a su marido.
Recién estaba mirando la foto de mi casamiento: el traje del Zacarías está manchado de vómito mío. Mañana va a ser veintinueve años que el Zacarías y yo nos casamos y estoy nostálgica.
A la noche vienen el Negro y la Aurora Peroti a cenar a casa. Como son medios fifí salí hace un rato a buscar como veinte cosas al Coto, y me doy cuenta en la calle que me olvidé adentro de casa la lista de las compras y la llave para entrar. O sea que ni compro ni entro. Una cagada.