El Caio está cada vez más obsesionado con su estatura. Hoy me lo encontré cabeza abajo, colgado de los tobillos en la enredadera del patio, casi sin respiración y con el cerebro lleno de sangre.
Hay una muchacha, la Betty, que tiene un blog muy pituco(1) en donde todos los viernes hace cinco preguntas para todo el mundo. Y como ya he recibido como cuatro mails de gente para que participe, aquí estoy, contestando las preguntas que hizo la Bety este viernes.