Cuando era chica, mamá me enseñó una propaganda de la radio que decía «jabón federal... evita la refregada». Una mañana que la estábamos tarareando en el recreo, vino una maestra y me dio vuelta la cara de un cachetazo: «¿Qué es eso de Evita la refregada?», me dijo. «En la escuela no se habla de política, González».