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Pausa
De chico coleccionaba estampillas. Las que más me gustaban eran las de los países que no existían más: Letonia, Estonia y el Tibet. Ahora hay muchas más naciones que no existen, que cambian el nombre, que desaparecen. La semana pasada, mirando la inauguración de los Juegos Olímpicos, me puse a pensar cómo sería el mundo si dejaran de existir los países de siempre.