Los suizos avanzaron mil veces pero nunca supe qué hicieron. Cerré los ojos todo el tiempo; ellos pasaban la mitad de la cancha y yo me encerraba en un caparazón de oscuridad. Los ojos apretados, la cabeza al suelo y la radio como único contacto con el peligro. Cerraba los ojos y pensaba cosas feas.
Los suizos avanzaron mil veces pero nunca supe qué hicieron. Cerré los ojos todo el...