La lengua checa tiene muchas tildes, y son extrañas. Algunas, además, se colocan en las consonantes. El apellido de Iveta tiene una, en la ese mayúscula: Šeredovà. Esta tilde provoca que el sonido de la ese se convierta en yuvia argentina. Iveta Šeredova habla castešano un poco mejor, pero no mucho, quizás porque desea seguir siendo checa para siempre. Lee una revista que se llama TV Mánie. Hoy me volvió a pedir que nos descarguemos series donde trabaje Sally Fieldovà. Y yo, con íntimo dolor de crítico de la tele, la perdono.
La lengua checa tiene muchas tildes, y son extrañas. Algunas, además, se colocan en las...