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Pausa
Desde siempre estoy medio en contra de los derechos de autor. Todos mis cuentos, los que leo acá o los que están en mis libros, todo es de libre acceso. Cualquiera lo puede usar, en tanto se diga clarito quién es el autor. Nada más, plata no quiero.
La semana pasada se armó un nuevo debate sobre propiedad intelectual, derecho de autor, piratería. Estos debates se empantanan siempre en el mismo punto: cuando se usa la palabra «robar».
El año pasado, una serie norteamericana muy famosa hizo aparecer a uno de sus personajes leyendo una novela de Bioy Casares. La serie se llama Lost, y la novela de Bioy es La invención de Morel.
Se está librando en el mundo entero una batalla silenciosa, de algún modo inútil, de algún modo también histórica, sobre el futuro de los contenidos en internet.