Hay 0 resultados sobre la esperanza

25 May

El doctorcito V. me recibió ayer muy serio (por lo general cuando tenemos la charla semanal siempre hace chistes) y me hizo sentar sin preámbulos. Me miró a los ojos y me preguntó: «¿Alguna vez tuviste la esperanza de salir de aquí?». Y fue la primera vez en trece años que me puse a pensar sobre la esperanza.

El doctorcito V. me recibió ayer muy serio (por lo general cuando tenemos la charla...
Seis meses haciéndome el loco

9 Feb

Aquí dentro los fines de semana tienen la misma importancia que las vacaciones para un vago: son alegrías ajenas, descansos en una escalera que nunca hemos de subir ni hemos de bajar. ¿Qué importancia puede tener para nosotros el frenesí del viernes por la noche, la dejadez del sábado por la tarde, o la nostalgia de los domingos, si cada uno de los siete días de la semana son idénticos, malhumorados y perversos como los enanos de Blancanieves? 

Aquí dentro los fines de semana tienen la misma importancia que las vacaciones para un...
Seis meses haciéndome el loco

22 Ene

Desde que estoy aquí he aprendido a perder las esperanzas sobre algunas de las formas de la felicidad. Por ejemplo, sé que no será mía la felicidad del amor correspondido, ni la felicidad de los millones en el banco, ni la felicidad de pisar la hierba en el parque cuando se me antoje, ni la felicidad de elegir lo que voy a cenar esta noche. (Ay, cómo echo de menos estas formas naturales de la dicha...). Pero hay otras felicidades, pequeñas quizás, menos valoradas por la gente libre, que sí puedo alcanzar cuando quiero. Son cuatro y las voy a explicar. 

Desde que estoy aquí he aprendido a perder las esperanzas sobre algunas de las formas...
Seis meses haciéndome el loco

15 Dic

Cuando cumplí diecisiete mi madre me compró una motoreta y esa noche no pude dormir. Con los ojos abiertos en la oscuridad pensé en todo lo que haría con ella. Soñé despierto con los sitios a los que iría, con las praderas francesas, con los pueblos de Portugal, con las autoestopistas que subiría a mi motoreta en las carreteras desiertas, con el amor de esas mujeres, con la libertad del viajero solitario. Fue una noche llena de futuro, de aventura y de ansiedad. Al día siguiente di una vuelta por el barrio y la incrusté contra un poste de la luz.

Cuando cumplí diecisiete mi madre me compró una motoreta y esa noche no pude dormir....
Seis meses haciéndome el loco