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Pausa
Jack Whittaker se ganó, él solito, la Powerball de 2002, el equivalente al Gordo de Navidad. El de ese año no fue un premio cualquiera, sino el más suculento pozo de la historia norteamericana: 315 millones de dólares.
Siempre andamos obsesionados con la inmortalidad, o por lo menos con la longevidad, y sin embargo ella, la silenciosa y anónima Sakhan Dosova, nos pasó desapercibida.
Esta semana la prensa recogió algunos extraños casos de mala suerte. El primero, y más reciente, le ocurrió a Sean Hodgson, un inglés de 58 años que, hace treinta, fue juzgado y encarcelado en Londres por el asesinato de una camarera.