Esta semana la prensa recogió algunos extraños casos de mala suerte. El primero, y más reciente, le ocurrió a Sean Hodgson, un inglés de 58 años que, hace treinta, fue juzgado y encarcelado en Londres por el asesinato de una camarera.
Aquí en España, con gran certidumbre, los lectores abren las páginas del periódico los 28 de diciembre esperando que una de las noticias de portada resulte falsa.