Aun antes de poner un pie en el hospital, algunos internos vienen precedidos por el rumor de la fama. Ocurre de tanto en tanto, y las enfermeras se ponen tensas y cuchichean en voz baja: «¿Has visto en el periódico a ese que ha matado a toda su familia con una trincheta? Pues dicen que lo traen para aquí». A nosotros no nos avisan de nada, pero nos damos cuenta por el nerviosismo que se respira en todos los rincones. Se trata de los locos mediáticos, los que salen en la prensa antes de llegar.