La alta cocina consiste en servir los platos de siempre, presentados de un modo extravagante para poder cobrarlos un ojo de la cara. La argentinidad, bien entendida, es más o menos lo mismo. El chiste famoso debería ser diferente: «Cocine a un argentino por lo que vale, sírvalo caliente, y cóbrelo por lo que dice valer». Así que coja papel y lápiz, señora, porque en el artículo de esta noche le enseñamos a preparar cuatro platos argentinos de fama mundial.