Hay 0 resultados sobre las víctimas

7 Ago

Mi nombre no importa; no voy a presentarme. Lo que importa es mi cara, que aparece de perfil en un video que ahora recorre el mundo. En ese video viajan en metro un español, una ecuatoriana y un argentino. (Parece el principio de un chiste, pero no lo es). Yo soy el argentino. O quizás en ese video vayan en un vagón una víctima, un verdugo y un cobarde. En ese caso, soy el cobarde. También es posible que en ese tren estén viajando tres animales muertos de miedo, oliendo a diferentes miedos. Pero eso no lo dice nadie.
Mi nombre no importa; no voy a presentarme. Lo que importa es mi cara, que...
El nuevo paraíso de los tontos

29 Sep

Tuve la suerte de conocer al poeta Salas y ahora, que está muerto, me siento más cómodo para contar algo que pasó al final de su vida. Él impartía técnicas sobre Literatura y Derecho en la Universidad de Buenos Aires y un día apareció en sus clases una alumna prodigio de trece años, a punto de recibirse. ¡De trece años! Esta chica a los siete había terminado la educación primaria, un tiempo después el bachillerato y a los once había empezado la carrera de abogacía.
Tuve la suerte de conocer al poeta Salas y ahora, que está muerto, me siento...
El mejor infarto de mi vida

14 Ago

Hoy se cumplen veinte años de la peor desgracia de nuestra juventud y es hora de que la cuente. Cuando sos joven y te mandás una cagada, le echás la culpa a la imprudencia. Pero la crueldad no es joven ni es vieja. Durante estos años me quise convencer de que todo fue una fatalidad. Pero no: lo que le pasó al Colorado Ulmer la madrugada del 14 de agosto de 1994 fue, sobre todo, culpa nuestra.

Hoy se cumplen veinte años de la peor desgracia de nuestra juventud y es hora...
Renuncio

20 May

Descubrimos el truco por casualidad, en nuestro propio edificio. Y como nos salió bien, empezamos a repetir la rutina en hogares ajenos, subidos a otros ascensores, con nuevas víctimas. Las bromas perfectas surgen de la nada, de un error o una impaciencia, y ésta fue una de las mejores. Tan original, y tan simple, que siempre nos pareció mentira que no existiera ya, que no fuese un clásico popular. Pero no lo era: lleva nuestra firma. De hecho, ésta será la primera vez que el truco tome estado público.
Descubrimos el truco por casualidad, en nuestro propio edificio. Y como nos salió bien, empezamos...
Charlas con mi hemisferio derecho