Hay 0 resultados sobre los besos

8 Mar

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Pausa

No me gustan las escenas de amor en público por algo que le pasó a un amigo de la escuela a los doce o trece años. Se llamaba Gastón Cupi y me encantaba que me invitara a tomar la leche a su casa: era siempre una aventura. En mi casa todo era normal; Chichita y Roberto eran bastante adultos, o habían madurado pronto, y yo no les podía hablar de cualquier tema, ni mucho menos hacerles cierta clase de chistes. En cambio los padres de Gastón Cupi todavía no habían madurado tanto, eran viejos de treinta y pico pero parecían más jóvenes.

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El mejor infarto de mi vida

23 Abr

Hay cientos de países en el mundo en donde la gente no se besa de la forma que lo hacemos aquí. Ni labios ni mejillas. En algunos sitios se entrechocan las narices, en otras partes se lamen el cuello, y en ciertas regiones de Oceanía se meten un dedo en la nariz para saludarse y lo quitan para despedirse. Sin embargo, en el reparto a mí me ha tocado España, un país en donde la gente se besa con los labios en las mejillas. Se besan todos, menos yo.

Hay cientos de países en el mundo en donde la gente no se besa de...
Seis meses haciéndome el loco

18 Dic

La enfermera Sara ya no sabe qué hacer con el Niño Andoni, que es un interno que actúa como un bebé. Como todo el mundo sabe, las enfermeras de los psiquiátricos son señoras muy especiales, a las que no les gustan los niños, ni lo maternal, ni el romanticismo. Estudian para estar con locos y salvarse así de todo lo ingenuo que tiene la vida fuera de estos muros. Por eso es que la enfermera Sara ahora no sabe qué hacer con el Niño Andoni, que solo quiere cariño, mimos, que le cambien los pañales y que lo arropen durante las noches frías.

La enfermera Sara ya no sabe qué hacer con el Niño Andoni, que es un...
Seis meses haciéndome el loco

10 Nov

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Pausa
El macho español observa con estupefacción y extrañeza a dos amigos argentinos besarse en el momento del encuentro, o a la hora de la despedida; lo he notado muchas veces. El beso masculino es, para ellos, inaudito; tan espantoso como llorar en público. Que una boca de hombre roce la mejilla de otro hombre no les tiñe la vista de representaciones homosexuales, sino de algo peor: les genera una sensación de vértigo, de asquete, de intimidad imposible. Besarse es, para ellos, como hablar de caca mientras se cocina una mousse.
El macho español observa con estupefacción y extrañeza a dos amigos argentinos besarse en el...
España, decí Alpiste
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