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Pausa
Yo soy cuaternófilo, la palabra la inventé yo. Me gustan los cuadernos, quiero decir. Soy uno de esos tipos que entran a una papelería a comprar sobres y en lugar de eso se quedan una hora y media mirando cuadernos mientras se les cae la baba en el mostrador.
La tarde que el alemán Jürgen Brandes tocó el timbre de la casa de Armin Meiwes, la vida social de la humanidad cambió para siempre. ¿Conocen esta historia? Yo se la voy a contar, pasó en 2001.
Desde chico descubrí que soy un uruguayo atrapado en el cuerpo de un argentino. Ya de chiquito pensaba, vivía y sentía como uruguayo, por más que tratara de ocultarlo, sobre todo por el qué dirán. Mi mamá se dio cuenta una tarde que me vio tomando mate con la silla al revés.
Desde hoy y durante un mes entero me voy a poner monotemático y solamente escribiré sobre el Mundial de Fútbol. No es una decisión estratégica, sino la imposibilidad de pensar en otra cosa. Me encantaría tener otros cajones en mi cerebro, pero soy incapaz.
La región de Bihar, en la India, vive estos días una ola de frío que ya causó la muerte de una treintena de personas. En una aldea del distrito de Gaya hay una escuela que, como muchas del invierno argentino, no tiene calefacción, ni kerosene para las estufas, ni presupuesto para emparchar los vidrios rotos de las ventanas.