Hay 0 resultados sobre las fantasías

7 Ago

Si lees estas líneas es porque hoy cumples trece años y porque yo estoy muerto. Las redacto antes de partir a la batalla, casi sin armas, para enfrentarme a un enemigo superior. Ahora eres un niño de once meses —llevo aquí tu foto— pero mi ahora es tu ayer y no nos sirve. Escribo a trompicones. Las balas pasan tan cerca que es probable que ya tengas trece años. Es buen momento, entonces, para que tengamos una charla de hombre a hombre. Me habría gustado hacerlo en persona, pero ya ves: las cosas nunca son como las deseamos.
Si lees estas líneas es porque hoy cumples trece años y porque yo estoy muerto....
El nuevo paraíso de los tontos

7 Ago

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El día que Jürgen Bernd toco el timbre de la casa de Armin Meiwes, la vida social de la humanidad cambió para siempre. Hasta entonces el mundo era una extensión enorme de tierra, llena de gente sola y perdida en sus fobias y deseos, trastornada y única en su soledad. Gente callada, esquiva, chorreando traumas inconfesables. Desde chiquito Armin quería ser caníbal; Jürgen sólo fantaseaba con ser devorado vivo. Jamás hubieran llegado a conocerse en otra época, pero vivían en ésta. El 6 de marzo de 2001 se encontraron en un foro de Internet, y programaron una cita el fin de semana. Para comer(se).
El día que Jürgen Bernd toco el timbre de la casa de Armin Meiwes, la...
El nuevo paraíso de los tontos

7 Ago

Según los sicólogos, las personas que se nos aparecen en los sueños son rostros que alguna vez hemos visto. Si en tu sueño hacés un golazo, por ejemplo, cada uno de los veinte mil rostros de la multitud que te aclama pertenece a gente que pasó por tu vida: actores de antes, compañeros fugaces de la primaria, un tipo que tocó el timbre para vender una enciclopedia, la chica que estaba leyendo a Monterroso en el subte y se reía, una maestra suplente de música que salió del aula llorando, etcétera.
Según los sicólogos, las personas que se nos aparecen en los sueños son rostros que...
El nuevo paraíso de los tontos

20 Sep

De a poco se diluye la moda horrible de buscar a cantantes, deportistas y famosos para hacer un poco más atractivos o cercanos a los partidos políticos. 

De a poco se diluye la moda horrible de buscar a cantantes, deportistas y famosos...
Todos los desechos reservados

19 Mar

Un día cualquiera al año, digamos los diecinueve de marzo, deberíamos hacer cambio de roles. Los enfermos a vestirnos de enfermeras, los doctores de visitas, las enfermeras de locos, y los visitantes de psiquiatras. A mí me aburre hacer siempre el mismo papel en la vida, y creo que a ellos también. A mí me gustaría mucho ser enfermera por un día. Vendría aquí muy temprano por la mañana, me pasaría la primera hora cotilleando con la enfermera Gelatinas, fumaría como un carretero, hablaría de calcetines, de consoladores, de culebrones, de maridos muertos en vida y de la cura definitiva contra las várices. 

Un día cualquiera al año, digamos los diecinueve de marzo, deberíamos hacer cambio de roles....
Seis meses haciéndome el loco

12 Ene

Lo diré claramente y sin preámbulos: si no hubiera sido por la música me habría suicidado en este hospital o en cualquier otro. No; no es una metáfora. Si no fuese por la música (la que compongo, la que escucho, la que pienso) yo no estaría ahora mismo aquí. La música es lo único que comprende mi cabeza en cualquier estado. No importa si estoy depresivo, ansioso, contento, aletargado o zombi. La música es un algodón que emparcha los huecos del silencio, cuando el silencio me aterra. Si me dieran a elegir entre la música y la comida (que es mi otro gran amor) me iría cantando muerto de hambre hasta el fin del mundo. 

Lo diré claramente y sin preámbulos: si no hubiera sido por la música me habría...
Seis meses haciéndome el loco

7 Mar

Waiser era el bibliotecario de la Biblioteca Sarmiento de Mercedes. Yo llegué a conocerlo, pero de lejos; nunca hablamos ni nada. Sin embargo tuve que ver, de refilón, con su muerte. Y esa historia es la que voy a contar hoy. En el año 93 a Waiser le pusieron en la biblioteca una ayudante que se llamaba Analía, bastante más joven que él. El viejo empezó a tener con ella fantasías sexuales un poco extrañas para su edad, unas perversiones tan nítidas que terminaron por obsesionarlo.
Waiser era el bibliotecario de la Biblioteca Sarmiento de Mercedes. Yo llegué a conocerlo, pero...
Charlas con mi hemisferio derecho
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