Hay 0 resultados sobre las madres

17 Mar

«Lechón, ven a poner la mesa», me dijo ayer mi mujer, en un tono sarcástico, y a mí me sonó muy extraño el mote, porque lechón no es una palabra que se use en la península. Más tarde me llamó Chiri y me comentó, entre risas ahogadas, que mi madre había dejado un comentario muy largo en el blog, explicando con pelos y señales cómo había sufrido ella el día en que yo nací, hace ahora cuarenta años. En ese comentario es donde me llama lechón y le cuenta a todo el mundo intimidades que me avergüenzan.
«Lechón, ven a poner la mesa», me dijo ayer mi mujer, en un tono sarcástico,...
Inéditos

10 May

Hace unos doce años (o quizás más, porque tengo el recuerdo del viejo logotipo de Nuevediario), ocurrió en un informativo algo único. 

Hace unos doce años (o quizás más, porque tengo el recuerdo del viejo logotipo de...
Todos los desechos reservados

18 Feb

Tengo infinidad de recuerdos infantiles alrededor del tema. Elijo uno al azar. Una vez, en un recreo, alguien notó que yo tenía tetas. Y otro, que estaba en el mismo grupo, dijo: «Tenés suerte, Gordo, podés tocar una teta cuando quieras». Me lo dijo de verdad, no era un chiste. Esa mañana yo tenía siete años y estaba enamorado de Paola Soto. A la noche me miré al espejo y me pregunté cómo era posible tener más tetas que el amor de mi vida. No me pareció bueno experimentar el romanticismo en desventaja.

Tengo infinidad de recuerdos infantiles alrededor del tema. Elijo uno al azar. Una vez, en...
Renuncio

29 Aug

Íbamos en un taxi por la avenida Álvarez Thomas. Al llegar a la esquina de la calle Lugones el semáforo nos detuvo y entonces pude mostrarle a mi hija la fachada de la casa: «Mirá, Nina, fue ahí; en ese balconcito el Chiri me acuchilló». Mi hija alzó la cabeza y vio la ventana triste que todavía, veinte años después, estaba sin pintar. Se emocionó al reconocer el escenario: fue como si hubiera llegado al bosque original de Caperucita y el lobo. Después me pidió que le mostrara la cicatriz y que le contara otra vez el cuento.

Íbamos en un taxi por la avenida Álvarez Thomas. Al llegar a la esquina de...
Renuncio

11 Aug

Voy a contar algo que ocurrió hace un mes y que, por un momento, nos pareció un milagro de entrecasa. Podría narrar el milagro sin dar a conocer su lógica interna, escondiéndoles a ustedes la explicación que lo desbarata. Pero no haré eso, porque me quedaría un cuentito fantástico y nada más. Voy a narrar los hechos sin trucos. Ustedes verán a las marionetas pero también los hilos que las mueven. Dicho esto, la historia empieza con una mujer, sentada en un sillón, y sigue con una chica de once años que va en coche por la ruta.

Voy a contar algo que ocurrió hace un mes y que, por un momento, nos...
Renuncio

16 Jul

Siete de la tarde en Buenos Aires. El teatro Margarita Xirgu está en silencio; una multitud de lectores ha llegado desde diferentes lugares de Argentina para oír la presentación de un libro. En una mesa vacía, sobre el escenario, esperan dos personas que se conocen desde hace, exactamente, treinta años. Uno ha llegado allí desde Luján; el otro, desde Barcelona. El más gordo de los dos ha escrito un libro; el más flaco está ahí haciéndole el aguante, como corresponde. El que se llama Chiri, muerto de miedo, empieza a hablar.
Siete de la tarde en Buenos Aires. El teatro Margarita Xirgu está en silencio; una...
Inéditos

25 Jun

Play
Pausa

Fría mañana de sábado en Mercedes. En la vereda oeste de la casa velatoria Rossi un pequeño grupo de personas fuma en silencio y hace tiempo para entrar. En el interior de la sala hay otros corrillos, otros grupos, que conversan en voz baja de espaldas a un ataúd donde reposa el cadáver de un viejo. Casi todos los concurrentes son personas mayores vestidas de negro. Por eso destacan, junto al féretro, dos niños de cinco años. LUCAS acaba de llegar. En cambio ALEX está allí desde temprano.

Fría mañana de sábado en Mercedes. En la vereda oeste de la casa velatoria Rossi...
Los consejos de mi abuelo facho

6 May

Ya de entrada caí mal parado. Vine al mundo justo el año en que todos éramos más pobres que de costumbre, cuando hasta los ricos y los catinga estaban también con hambre. A esa época después la iban a bautizar como el tiempo del quita y pon. Nací justo el año que el Gobierno mantuvo a la gente ocupada con el azadón para evitar los alborotos. Todos hacían trabajo inútil: los cabeza de familia, sus mujeres, y los hijos de ocho en adelante. Yo no hacía esos trabajos porque estaba recién nacido.

Ya de entrada caí mal parado. Vine al mundo justo el año en que todos...
Los consejos de mi abuelo facho

22 Apr

Cuando nació la Nina no tuve ganas de escribir sobre otra cosa que no fuera el descubrimiento de la paternidad. Yo mismo notaba, en los ojos de todos, el cansancio de mi discurso baboso. En Orsai intenté controlarme, y prometí que sólo escribiría sobre el tema los días veinte de cada mes, y así lo hice durante el primer año. Después conseguí calmar el borbotón, al menos de puertas para afuera. La semana pasada Nina cumplió cuatro años, y hoy casi somos día veinte... Es un buen momento para volver sobre el asunto.

Cuando nació la Nina no tuve ganas de escribir sobre otra cosa que no fuera...
Inéditos

11 Jan

De pronto yo estaba en el hogar donde pasé la infancia; lo supo primero mi nariz. Los ojos se acostumbran tarde a la penumbra, pero mi olfato reconoció enseguida el olor inconfundible de la casa de la calle Treintaicinco. Siempre sabemos cuál es la fragancia del sitio donde crecimos; nadie acertaría a explicar de qué está compuesta, pero cada uno de nosotros es capaz de reconocer ese aroma entre miles. Y yo estaba ahora en mi casa de Mercedes. Exactamente en el sitio al que llamábamos el rincón blanco.
De pronto yo estaba en el hogar donde pasé la infancia; lo supo primero mi...
Inéditos
Play
Pausa