Hay 0 resultados sobre las verdades

7 Aug

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Pausa

De repente, un video de You Tube recibe un millón de visitas. Su autora, una gordita de Illinois, escribe con el culo en una pizarra. En casa de la gorda suena el teléfono sin parar. Llaman las radios, la televisión comarcal y tres diarios regionales. Es un día de locos. La madre de la gorda no entiende, pero comienza a sentirse orgullosa. Dos días más tarde la gordita saldrá al aire en el show más visto de la cadena NBC. Y después ya no ocurrirá más nada. Silencio. La gorda intentará grabar otras hazañas, pero su momento habrá pasado.

De repente, un video de You Tube recibe un millón de visitas. Su autora, una...
El nuevo paraíso de los tontos

13 Dec

Los que vivimos tan lejos, con un Atlántico en el medio, tenemos un tema tabú. Sabemos (nos aterra saberlo) que alguna vez tendremos que sacar un pasaje urgente, viajar doce horas en avión con los ojos desencajados, para asistir al entierro de uno de nuestros padres, que ha muerto sin nuestra cercanía. Es un asunto horrible que ocurre tarde o temprano, por ley natural. No es una posibilidad, es una verdad trágica que nos acecha cada vez que suena el teléfono de madrugada. Pues bien. Mi teléfono ha sonado.

Los que vivimos tan lejos, con un Atlántico en el medio, tenemos un tema tabú....
Renuncio

15 Mar

Raquel no era peligrosa, más bien una excentricidad del barrio, pero Chichita se ponía en alerta máxima —¡Hernán, metéte para adentro!— cuando la loca se acercaba demasiado. Sus rarezas eran dos: iba vestida de maestra cuando no lo era, y se desvestía en la calle para ponerse el guardapolvos del colegio. Por lo demás, la Loca Raquel era inofensiva y mi madre sólo me resguardaba por temor a que yo pudiera verla sin ropa. Me resguardó bastante mal, pienso ahora, porque fue la primera mujer desnuda que vi en la vida.
Raquel no era peligrosa, más bien una excentricidad del barrio, pero Chichita se ponía en...
Inéditos

12 Oct

Hasta hace quince años no había otra manera de mentir más que en directo. El correo tardaba demasiado y, aunque uno bien podía ser un cretino epistolar, ¿qué sentido tenía mentir por carta si, cuando el engaño llegaba a destino con sus patas cortas, la verdad había arribado antes por teléfono? Pero en este siglo, para alegría de todos, llegó el mayor transmisor veloz de la mentira: el mail.
Hasta hace quince años no había otra manera de mentir más que en directo. El...
España, decí Alpiste
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