Miró a las tres mujeres que esperaban que cortase el semáforo. Dos morochas, una rubia. Agachó la cabeza, tomó carrera, cerró los ojos y se tiró contra la rubia. Se cayeron al suelo, rodaron unos metros hasta el final de la vereda. La pierna de la rubia quedó en la calle, el taco del zapato casi tocando el charco de agua.
Miró a las tres mujeres que esperaban que cortase el semáforo. Dos morochas, una rubia....