Crónicas para el lector promedio de derecha
Casciari redactó una columna en el periódico argentino La Nación desde noviembre de 2008 y hasta agosto de 2010 y cada vez que enviaba un párrafo incorrecto al periódico, se lo censuraban. Entonces desechaba chistes hasta que quedaba una columna más correcta. Menos suya, pero más cercana al lector promedio de La Nación.
Escribí una columna en el periódico argentino La Nación desde noviembre de 2008 y hasta agosto de 2010 y cada vez que enviaba un párrafo incorrecto al periódico, sonaba mi teléfono en Barcelona.
La última publicidad institucional de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles, que también se preocupa de otras deficiencias) tiene por objetivo hacerle comprender a la sociedad ibérica, en general tan descreída, lo bien que se adaptan los discapacitados a su entorno.
Apostasía es la nueva palabra de moda del progre europeo, y también el más moderno temor de la Iglesia Católica.
Durante el último fin de semana, los comentaristas de Televisión Española estuvieron más atentos al comportamiento del público que a los partidos de la Copa Davis.
La nueva y más flamante pesadilla del europeo, por pura casualidad del destino, es hoy un grupo incierto de africanos oscuros, subidos a una embarcación, intentando —por mar— sacar algún provecho de la riqueza ajena.
Las imágenes violentas que ocurren en las escuelas del mundo se ven, ahora, por la tele: un alumno italiano manosea a su profesora ante la burla cómplice de sus compañeros; dos chicas, en un aula de México, se golpean hasta sacarse sangre (pero ninguna llora); una docente argentina lleva el pelo en llamarada mientras un estudiante escapa, encendedor en mano...
Aquí en España, con gran certidumbre, los lectores abren las páginas del periódico los 28 de diciembre esperando que una de las noticias de portada resulte falsa.
La región de Bihar, en la India, vive estos días una ola de frío que ya causó la muerte de una treintena de personas. En una aldea del distrito de Gaya hay una escuela que, como muchas del invierno argentino, no tiene calefacción, ni kerosene para las estufas, ni presupuesto para emparchar los vidrios rotos de las ventanas.
Han descubierto un nuevo trastorno, pariente directo del Síndrome de Diógenes (aquel que padecen quienes amontonan kilos y kilos de basura en casa) y primo hermano del Trastorno Obsesivo Compulsivo (la enfermedad que hizo popular Jack Nicholson en Mejor imposible).
Esta semana se ha recibido en España —con más alarma que vítores, todo hay que decirlo— al gerontólogo inglés Aubrey de Grey (Londres, 1963), que se ha despachado con la teoría de que, en un futuro no muy lejano, «los humanos viviremos mil años, en una especie de eterna juventud».